La Bipolaridad Musical

Hace una semana almorzaba en una mesa full de amigos colegas arquitectos (menos uno que si existiese el término "arquitecto de lodo" él fuese uno) y conversabamos sobre esas cosas que nos encantan a los arquitectos, sobre ciudades. Cada uno defendía a su ciudad preferida, uno a Barcelona, otro a Berlín y yo porsupuesto a Londres, de pronto me dí cuenta que yo quería con locura ir a Suecia, dije que seguramente era aburrido, porque como son tan primer mundo pues, asumí que el orden, las albondigas, el arenque, Ikea, el vodka en el bar este de hielo y la perfección arquitectónica lo iba a hacer aburrido. Por otro lado desde hace tiempo quiero ir a Escocia porque Belle and Sebastian son escoceses y por ser arquitecto asumo que la ciudad debe tener que ver en algo con el tipo de música que hacen. El punto es, tratando de dejar de divagar, que quiero ir a Suecia por la música que hacen, desde Fever Ray y The Knife hasta The Tallest Man on Earth, que cuando escucho esos dos extremos de lo que pueden hacer los suecos, y todo el "medio" del asunto (medio de la mitad, medio del ambiente como el medio físico) quiero agarran un avión ya, inventar que voy a hacer la ruta del diseño, pero en verdad quiero hacer la ruta de la música, y vivir ese país de alguna manera que me de pistas para explicar...sus extremos musicales.

Kristian Matsson (The Tallest Man on Earth) es sueco... y podría facilmente ser de Texas, o de alguna montaña de esas de donde son todos estos grupitos folk que ahora la gente ama...yo lo escuché y me llevó a 1997 cuando escuché por primera vez "Marmalade" de The Geraldine Fibbers...no hay ningún video de esa canción lamentablemente. Yo aún conservo el cassette de 90 minutos de The Geraldine Fibbers, que nunca se tragó mi camioneta.